Sorprende a tus invitados en cualquier celebración con esta deliciosa tarta de queso y fresas sin necesidad de utilizar el horno. Una receta fácil y rápida que sorprenderá a todos con su sabor fresco y cremoso. Perfecta para cualquier ocasión, ¡no te la pierdas!
Ingredientes
Preparación
- Triturar las galletas tipo María hasta obtener una textura de migas finas.
- Mezclar las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta obtener una masa homogénea.
- Presionar la masa de galleta en el fondo de un molde desmontable, cubriendo toda la superficie de manera uniforme.
- En un recipiente aparte, batir el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos.
- En otro recipiente, montar la nata con la esencia de vainilla hasta obtener una consistencia firme.
- Agregar la nata montada a la mezcla de queso crema y azúcar, mezclando suavemente hasta integrar todos los ingredientes.
- Hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 5 minutos.
- Calentar un poco de agua en una olla pequeña y disolver las hojas de gelatina hidratadas en el agua caliente.
- Incorporar la gelatina disuelta a la mezcla de queso crema y nata, mezclando bien para incorporarla por completo.
- Verter la mezcla sobre la base de galleta en el molde y extenderla de manera uniforme.
- Lavar y cortar las fresas en rodajas finas.
- Colocar las rodajas de fresa en la superficie de la tarta, cubriendo toda la superficie.
- Refrigerar la tarta durante al menos 4 horas, o hasta que esté firme.
- Opcionalmente, antes de servir, se puede decorar la tarta con mermelada de fresa.
- Cortar en porciones y servir fría.